Este mensaje lo deje aquí hace tres años, y hoy curiosamente el mar, la mar lo devuelve sin haber sido leído por quien lo escribió, sera una pesadilla o acaso nunca fue escrito y sufra yo una enajenación mental; mis manos tiemblan al recoger del fondo de la botella el mensaje, mis ojos cansados por la edad les cuesta interpretar su partitura, no sabría si esa letra hoy ya borrosa en el papel verjurado (mi favorito), es la mía.
Podría escribir una carta memorable en la que contara mil maravillas de la vida, pero la ocasión es otra, es escuchar el sonido de la música mientras que los ojos siguen las letras de un escrito, y no se apartan de lo que se narra en el, pero la traición del escrito es que despiertas de un sueño de mil aventuras y resulta que en la vida real estas viviendo en una pesadilla sin salida. Entonces relees lo que hasta ese momento tienes escrito y te dices eso no puede estar sucediendome a mi, yo no soy el que esta leyendo este escrito yo soy el que lo escribe, y quiero que termine de otra forma completamente distinta, y al creer que vas a poder cambiar las letras del final de este articulo, te das cuenta que eres simplemente una marioneta de otra mente que a su vez te esta inventando a ti.
Divenire
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