Mientras la muerte llega

Mientras la muerte llegó para el; en otra comunidad (Nación, lo llaman ellos), el pueblo se tiro a la calle para demostrar que les une una consigna: mañana Catalonia, un país independiente. Las aves migratorias siguen su viaje al verano austral; ellas cruzan la vida en su universo sin fronteras.
Y un escritor del mediterráneo, Manuel Vicent, dejando estas guerras que solo serán historia mañana, le dedica a Alberto Schommer (Vasco, de Vitoria), una preciosa despedida; al amigo, al compañero de trinchera, al hombre que desde su objetivo busco en el ser humano, el universo, las estrellas, el infinito y mas allá de cualquier pensamiento donde hubiere fronteras de por medio.
Manuel Vicent.
Hay fotógrafos que ven el rostro como un paisaje, cada pliegue un valle, cada arruga un barranco, una mejilla tersa y luminosa una playa, la luz de los ojos un amanecer o una caída de la tarde.

Adios Alberto, este año me están naciendo demasiadas heridas que no se cerraran jamas, heridas profundas en el recuerdo, en la risa, en las lagrimas que ruedan por mis mejillas, en mi voz que se resquebraja cuando nombro a tantos que ya no están, y que eran parte de mi paisaje; hoy el incendio quemo otro de los arboles milenarios de mi jardín. La muerte realiza su trabajo.
MDC

Tal vez el amor es como el mar, lleno de conflictos, lleno de dolor
Como un fuego cuando hace frío afuera, el trueno cuando llueve
Si he de vivir para siempre, y todos mis sueños se hacen realidad
Mis recuerdos de amor serán de ustedes