lunes, 21 de diciembre de 2015

Llegar al lugar donde nacen todas las sensaciones.

Solo para aquell@s que quieran sentir en su fibra la lluvia amarilla ( el recuerdo de una desestructuracion familiar, la vida, los hijos, la huida, la guerra, la muerte, el abandono, la soledad, el eterno olvido, el infinito olvido, el olvido con mayúsculas)
Os brindo a que repaséis este pequeño homenaje que le dedico a Julio Llamazares, escritor leones sobre su novela "La lluvia amarilla"
Hay escritores que merecen ser releídos, forman parte de nuestras entrañas, son aquello que queríamos decir, pero ellos se adelantaron con su pluma.
Hoy me bebí un vaso de soledad, ¡así!, a palo seco, y brinde por escritores que te llegan a ese lugar donde nacen todas las sensaciones.
Pagina 51 Capitulo 6
Eso ya lo sabia. Eso ya debía de haberlo imaginado cuando, después de tantos años, después de tanto tiempo sin preguntar siquiera por nosotros, escribió aquella carta condenada de antemano a no obtener jamás respuesta alguna. El tiempo acaba siempre borrando heridas. El tiempo es una lluvia paciente y amarilla que apaga poco a poco los fuegos más violentos. Pero hay hogueras que arden bajo la tierra, grietas de la memoria tan secas y profundas que ni siquiera el diluvio de la muerte bastaría tal vez para borrarlas. Uno trata de acostumbrarse a convivir con ellas, amontona silencios y óxido encima del recuerdo y, cuando cree que ya todo lo ha olvidado, basta una simple carta, una fotografía, para que salte en mil pedazos la lámina de hielo del olvido.
Adonais – Elegía de Percy B. Shelley
I
Lloro a Adonais. ¡Ha muerto!
Lloremos a Adonais,
Por más que nuestro llanto no consiga
Derretir, con sus lágrimas, el hielo
Que aprisiona su límpida cabeza.
Y tú, infausta hora,
Condenada, entre todas, en el tiempo,
A albergar el dolor que nos aflige,
Despierta de su sueño
A las horas oscuras, tus iguales,
Y cuéntales tu propia desventura:
“Sabed, di, que Adonais murió conmigo.
Si el futuro no tiene la osadía
De olvidar el pasado – en lo eterno
Vivirán su destino y su renombre,
Como una luz y un eco.”






Solo con el sonido que los dedos al acariciar las teclas del piano, es más que suficientes para llegar al mismo centro de el corazón......Un brindis por adonaïs, por la lluvia amarilla. 





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