Las lagrimas que no derrame en aquella noche interminable, hoy están pidiendo permiso para recorrer el largo camino que conduce a la liberación.
Otras miles de estrellas brillaran en la galaxia; aquella estrella que yo tanto ame, esa, esa ya no brillara en la zona donde hoy miran mis ojos. No haré esta noche mención a la soledad que tuve antes que las lagrimas me pidieran recorrer el largo camino de la libertad, tan solo diré que el vació de la soledad, la que aún te deja recordar los viejos instantes de la belleza efímera, de los besos enamorados, de la felicidad de aquellas noches infinitas que conducían al final de la noche; hoy solo son un olvido en el planeta de la nada, donde la memoria se diluye en materia enamorada.
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