martes, 22 de diciembre de 2015

Las tres columnas en las que la religión construyó su edificio de omnipresencia y farsa.

Tradición, propiedad y familia.
Las tres columnas en las que la religión construyó su edificio de omnipresencia y farsa.
Detrás de todas las guerras que ha habido en el transcurso del tiempo* (*una magnitud de carácter físico, que avanza inexorablemente a un fin para los mortales, sin posibilidad de modificarlo. Las religiones te prometen la reencarnación; otra manera de fichar más adeptos a su causa), la religión ha jugado a ser el verdugo, el reo, el guerrero, la paloma mensajera, y la mano que firma el armisticio; todo para alimentar y mantener ardiendo en todos los corazones el "TPF", como la primera y única razón de ser.
Mirar en las hemerotecas incrédulos; aquellas que no han sido modificadas por los servidores de la mano negra, y comprobareis el diagnóstico del enfermo: murió por no servir al amo (religión).
Siempre pensé que eramos libres, pero yo era otro más que escribía a través de la mente que mueve los hilos del sistema.
Reminiscencia: Un recuerdo que no le ponemos forma, un momento del pasado, un acontecimiento que nos viene a la memoria.
Pensé que era la voz de una reminiscencia, y resultó que tan sólo era una nota que la brisa sutilmente, con su elegancia y armonía surcaba el bello aire que me conducía a la muerte........Fin
La sombra errante















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