Él jamás tuvo una casa donde le esperase una familia como era lo normal en todos, a él desde la infancia la única familia que había conocido eran los reformatorios y lo más parecido a una caricia era un correazo de un cura.
Lo que el quería decir cuando dijo volver a casa, era encontrar un lugar parecido a lo que en otros llamaban libertad.
Su mente gritó en silencio: Dejadme volver ir a casa, aunque no se refería a ninguna casa en especial, puesto que jamás la tuvo, era un eufemismo de los que han estado siempre encerrados para referirse a la libertad.
Un guiño a Nerja....un lugar que no es mi casa, pero en el que me encuentro en plena libertad.

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