"Encontré los limites del mundo infinito en todos sus aspectos. Iban cambiando los juegos de mi infancia, el paraíso que había tenido a mi alrededor se iba enfriando. Ya nunca más seria lo que había interpretado. Deje de ser pirata pata palo, grumete en el ártico, vendedor de sueños, equilibrista sin cuerda, seguidor de metas, dentro de laberintos sin salida.....deje de ser un día: Yo mismo Entonces fue cuando abrace al niño.....que me dio la carta para mi viaje a Itaca. Ese niño ajeno al paso de las horas y que está poniendo en marcha su reloj no es consciente de que incuba el mar de aurora ese mal del animal que ya soy yo.
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