Joseph Roth, el escritor, fue el que me subyugó con su verbo conciso, a ser un amigo si fisuras de la palabra: olvido.
"Todo lo que crecía, requería de mucho tiempo para crecer. Y todo lo que desaparecía necesitaba largo tiempo para ser olvidado. Todo lo que había existido dejaba huellas tras de sí y entonces se vivía de los recuerdos, como ahora se vive de la capacidad de olvidar rápida y decididamente.
Ojos tristes nunca mienten

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