Pensó que el mundo conspiraba contra ellos.

Dos lagrimas brotaron de sus ojos marrones y le cayeron por sus mejillas; era el preámbulo a lo que en algunos lugares del orbe se llama: el perdón.
--Ahora calla y no digas nada, solo acércate, y volvamos a poseer lo que otros han perdido en búsquedas infinitas, en amarguras de océanos desechados.
Acerca tus labios a los míos y formalicemos la unión de dos arco iris con un beso y descubramos nuestro océano interior

Hey, a donde fuimos
los días en los que llegaron las lluvias
Abajo en los prados 
jugando a un nuevo juego
riendo y corriendo,
brincando y saltando
En la niebla de la mañana brumosa
con nuestros corazones latiendo
y tú mi chica de ojos marrones
Pase lo que pase....nunca olvides
que un día fuimos algo más que dos.