jueves, 19 de diciembre de 2013

El adiós

Harto de derramar escritos para justificar que soy como todos los errores que traemos programados de serie los humanos. Dejare para siempre esta maldita ciudad y me recluiré como hice siempre que tenia un instante de lo que se llama tiempo, en el canto de un pájaro, en la brisa del viento, en la risa de un niño, o en la palabra de aquel viajero que me anuncio que todos somos iguales en este viaje que es la vida......y ahora parto a buscar otros escenarios; seguiré con el mismo sol, la misma bóveda celeste, pero lejos de esta ciudad que la dí todo: y nada recibí a cambio de ella.
PD. Quisiera que este adiós se interprete solo como un hasta luego, nos volveremos a ver, estoy convencido que los lazos que hemos construido en el transcurrir de este hermoso tiempo (aquellas veladas que nos conducían al final de las noches) sea algo más que una conversación entre mundos por conocerse....aunque solo sea una pequeña huella en el camino.....y como dice la canción.....rodar y rodar...mi piedra aventurera, mucho más lejos que estos muros...las redes de la información del futuro. Yo si no os importa, prefiero la conversación alrededor de una mesa y un paseo sin brújula.




¿No te traen regalos preciosos? 
Ven a darme un beso en los labios y no trates de pedirme perdón
Luego nos tumbaremos al sol de la mañana 
Siente la brisa fresca justo ahí adentro, en mi jardín 
haciendo rimas infantiles



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