El tiempo iba borrando lentamente las pisadas que una vez deje en el sendero; mi mirada cada vez se fue haciendo más borrosa, y el día de hoy se hace intemporal y nos invita a ver por la ranura de la memoria un nuevo amanecer cargado de enigmas futuribles.
Lluvia roja está vertiéndose sobre todo mi cuerpo y no puedo ver más que actitudes negativas
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