y en su interior,
la desnudez en busca de anhelos escondidos.
De un amor, que tal vez
en estas horas indecisas,
se refugia en lo indecible,
o a caso, arde a fuego lento
en la pétrea y fría memoria
de estos muros que se baten en retirada,
aún tiempo intemporal
donde residen todos mis fantasmas.
Somos conversación predilecta
de gente que se cree perfecta,
somos de esos amores
prohibidos a menores,
por ser como son.
A escondidas, piel de ángel
tengo que amarte, como un cobarde
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