sábado, 16 de noviembre de 2013

La carta de amor que siempre quise escribir.

"Escribir una verdadera carta de amor"
El instrumento más artesano y más franco, más libre y más privado (pero al mismo tiempo) que la mente y el corazón han realizado, es escribir una "verdadera carta de amor".
Pero si queremos de verdad abrirnos sinceramente al resto de los mortales trataremos de que sea después de haber realizado un triple salto mortal sin red y evitar caer en nuestro propio esperpento de la vida; luego dejaremos que hable el viento, pero que hable cuando ya no quede ni un rescoldo de nuestra ceniza (el polvo de estrellas del cual procedemos los mortales) de la que ha sido nuestra vida mortal y rosa; es decir, cuando ya estemos muertos.
Abrir nuestra alma al resto de la humanidad, si no hemos dejado definitivamente la estela que dibujamos en ese mar índigo, aturquesado, cobalto, añil, en nuestra travesía en la nave de los vivos que cruza el éter más puro en la bóveda curvada del tiempo, siempre anhelando llegar al puerto de nuestra Itaca. Si en el peligroso viaje nos encontramos con la diosa de las tormentas, no os rindáis ni cedáis ante su fuerza, ya que siempre hemos salido airosos en los momentos más difíciles por saber mantener nuestra calma y no perdamos la cordura cuando creamos que ha llegado el momento de sucumbir en los confines del abismo.
Lo escrito y no publicado en la vida tiene la característica de el testamento que sera leído por otros ojos y hablado por otra boca que ya no sera las nuestra, y es cuando ya no jugaremos a las medias verdades ni a intentar escondernos en en los grandes laberintos y en las imágenes infinitas en la eterna duplicidad de los espejos, donde podemos mantener las verdades con un componente de bellas mentiras.
Intentemos que el ultimo acto, ese que se realiza cuando nuestra mano agarra la pluma para depositar en la pagina en blanco, los últimos garabatos en negro, azul, turquesa; que más da el color que se elija, para escribir las ultimas palabras antes de entrar en el reino de las sombras, del reino de las esperas infinitas, mucho antes de que el viento hable, por medio de otras bocas, que ya no serán las nuestras, en ese ultimo instante de nuestra ultima muerte. La ultima y la mas dolorosa, aquella en la que desapareceremos en el ultimo de los recuerdos de quienes recibieron de ti esa "verdaderas cartas de amor".
PD. Se acabaron las estancias donde te escondías con tus sueños más secretos e inconfesables, ya no seras nunca más ese polvo de estrella en un cuerpo mortal y rosa....tan solo seras una "verdadera carta de amor"...sin un destinatario.....Y nada más........y nada más.......apenas.....nada más.






1 comentario:

  1. Caricias, besos, palabras dulces de amor..esas son las cartas de amor que escribimos a diario

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